Una Educación Literaria para los Nativos Digitales

Al hablar de jóvenes o, más concretamente, de los nativos digitales, si hablamos de literatura es necesario preguntarse de qué literatura hablamos, qué literatura aprenden los jóvenes que usan los nuevos medios o qué literatura se produce teniendo en cuenta estos nuevos marcos.

viernes, 22 de agosto de 2014

Utópicos por vocación

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El legado de un maestro

38 comentarios:

  1. Frente al concepto de utopía, donde quisiera ver de forma antojadiza "lo que no está en ningún lugar" contraponer utopística o la posibilidad histórica y social fáctica para el llamado acto pedagógico. Como tal prever los retos de la actual educación en Colombia deben partir ya no de la pregunta planteada en el video del ¿Cómo conducir a los estudiantes?o en preguntarse en el cómo de la transmisión, sino, en reflexionar las posibilidades históricas del acto pedagógico y en crear escenarios donde se den estas posibilidades.

    La utopistica se definiría, ya no como el conjunto de conocimientos que "pegamos"o adherimos al cuerpo de los estudiantes en el acto pedagógico , en clara contra medida al frankenstein educativo. Mas bien a la mínima que considero debe tener todo proceso educativo, la realización del sí mismo junto al colectivo. Y para este renglón, es de clara necesidad la emancipación del estudiante. Sin esta emancipación, todo acto pedagógico carecerá de sentido, ni el más fervoroso sentido de pasión de parte exclusiva del docente salvaguardará esta necesidad escencial en la educación.

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  2. ¿Estamos listos para habitar la escuela? Nos debemos remitir a la praxis cultural para dar cuenta de la concepción que tienen los jóvenes acerca de la escuela, dar cuenta más allá del método lo esencial del motivo de aprender, dado que lo contemporáneo no sólo ubica una emergencia del conocimiento por lo tecnológico, fuera del campo académisista hay más, no sólo trabajo pedagógico investigativo de los docentes en el aula, sino una transformación sistemática de la estructura de enseñanza en el país, que no logra un cambio sin una concepción otra del objeto cultural de la enseñanza, parte de allí el desafío de educar. Hace falta además de la disciplina una motivación cultural por concebir la escuela como un lugar para habitar en donde se apropie y se provoque el deseo de aprender; una motivación que no provenga sólo del trabajo del docente sino que sea toda la comunidad la que invierta y transforme la concepción de educación.

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  3. Escrito por Yurley Catherine Sotelo.
    Como licenciados y en general como docentes, sin importar el énfasis de nuestras carreras, debemos tener presente que en la actualidad la escuela ha perdido su fama de "segundo hogar", y no sé si algún día lo tuvo, lo cierto es que a la escuela los niños muchas veces no quieren ir, y si quieren ir no es a aprender, no es por lo que el maestro hace en clase, es más por compartir con sus compañeros y amigos.
    No digo que esto sea malo, pero lo que si es importante reconocer es que uno de los retos que debería preocupar al docente es la de generar esa motivación por el trabajo escolar, tal como lo presenta el vídeo, en la escuela tanto los docentes como los estudiantes, realizan actividades mecánicas, por rutina, por deber, que no dan tiempo para pre-ocuparse de elementos tan fundamentales como lo son enseñar y aprender.
    Sin embargo, es necesario plantearnos cómo vamos a entender aprender y enseñar, palabras tan sonadas en nuestra formación, que deben ser los procesos que más debemos promover en la escuela: "enseñar es organizar situaciones de aprendizaje eficaces" "hacer actuar para aprender" ¿Realmente enseñamos en la escuela o simplemente dictamos en la escuela? Vale la pena pensar en este interrogante, más cuando estamos próximos a nuestro futuro laboral, pero más que eso a la realización plena de nuestra vocación, ser docentes hoy.

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  4. Es deber de cada quién preguntarse por su oficio, es cuestión de principios. La primera pregunta que se me ocurre al respecto es ¿por qué tengo tal oficio y no otro? para dar respuesta, tendríamos que remitirnos necesariamente a otra pregunta ¿qué es lo que hago cuando me desempeño en mi oficio? Y otras tantas surgirían ¿Cuál es mi materia prima? ¿Cuál debería ser el resultado de mi oficio? ¿Cómo podría hacerlo mejor?
    Pero el acto de cuestionarse no debe confundirse con la urgencia de una respuesta, es un acto que en sí mismo contiene el placer por el deseo de conocer y hacer mejor. Así pues, el educador es un intelectual que piensa y replantea su quehacer, hombre y mujer que trabaja con ideas y con seres humanos, y que tiene como tarea conectar estas dos materias primas para dar forma a su obra.
    Como todas las artes, el oficio del educador requiere experticia, la que sólo deviene de la práctica, la disciplina y la concentración. Sin embargo, la creación constituye la esencia de este oficio, nada ésta dicho ni hecho. La experticia no es tener la precisión para no errar, sino la humildad para reconocer que podemos ser mejores en lo que hacemos, en el caso del educador, en conectar a los hombres con las ideas.
    El educador se cuestiona cuando valora su obra, y sabe que ha cumplido con su oficio cuando la obra cobra vida, irrumpe con sus alas y emprende el vuelo, al fin y al cabo “¿No es objeto de toda formación dejar que el otro al fin se marche?”

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  5. Hoy en día es más que claro que el ejercicio de la docencia es más por deseo y amor a educar, que por cualquier otra circunstancia. Sin embargo, esto no es excusa o pretexto para no pretender hacer las cosas de la mejor forma posible, teniendo en cuenta que un docente puede ser capaz de arruinar o enriquecer la vida de una persona.
    También, es necesario tener presente que una de las tareas en las que el docente debe enfocar su ejercicio es trascender el horizonte de formación, es decir, pasar de esa visión de estudiante, a la de ser humano. El llenar esas mentes de conocimiento hasta rebosarlas, no sirve esencialmente de nada, si no hay un ser humano que sea capaz de sentir también lo que un maestro ha querido que aprenda. El docente de lengua castellana tiene una herramienta valiosa que seguramente le permitirá lograr ese deber formativo: la literatura, aquella que dejará que esos niños creen cuantos universos quieran, y lean, cuantos mundos entiendan.
    Por eso, se evidencia el reto más grande, que cualquier hombre o mujer que se arriesgue a ser docente, debe cumplir: Dar herramientas a un estudiante, para que poco a poco construya su sendero a la felicidad. Si logra hacerlo, lo demás vendrá por añadidura.

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  6. Philippe Merrieu, plantea que “hacerse profesor es invertir en el futuro, ya que significa trabajar todos los días en los aprendizajes”.
    Diversas motivaciones, acompañan a quienes hemos elegido esta profesión algunas de ellas son: por que soñamos un con mundo mejor, porque nos gusta enseñar, algún docente logro enamorarnos del aprendizaje; lo cierto es que sin importar cuál fue el motivo que nos colocó en este camino. Estamos situados en el camino de la enseñanza, los docentes le hemos apostado a una profesión en la que se debe trabajar constantemente, y los retos y desafíos que demanda la sociedad contemporánea, implica; no dejar de aprender, no emprender una lucha contra los medios de comunicación y nuevas tecnologías, sino al contrario, crear estrategias que permitan mediar entre los gustos de esta generación y el aprendizaje.
    Otro de los grandes retos que nos esperan, es apostarle al campo de la investigación en la escuela, convertir el aula de clase, no en un grupo al que se le debe enseñar una serie de contenidos, sino, escribir acerca de lo que hacemos, las problematizaciones que pueden surgir en el aula de clase, valorar nuestra profesión. Se vale soñar, usar la creatividad, plantear proyectos en la escuela que permitan formar mejores seres humanos.

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  7. El vídeo, me hace pensar en una palabra en particular: esperanza.
    Actualmente, estamos en un mundo donde uno de los valores que debe salvaguardarse precisamente en un escenario como la escuela es la esperanza, esperanza de generar cambios en los estudiantes, la esperanza de ser un buen docente, la esperanza de creer que por medio de la educación realmente es posible pensar en formas verdaderamente dignas de habitar este planeta tierra.

    En ese sentido y remitiéndome a nuestra actualidad, uno de los desafíos que pienso tienen de por sí los maestros es luchar contra el conformismo que pueden propiciar las TIC en el momento de educar y creer que éstas puede ser un reemplazo casi que total del maestro en un aula de clase, teniendo en cuenta que el contacto, la familiaridad y afectividad siempre serán elementos propios de las mismas para poder crear lazos de confianza y por supuesto, parte del importante ambiente propicio para aprender como se puede observar en el vídeo.

    Por otra parte, un reto que considero un "Titan" para el docente de Lengua Castellana, es tener que incorporarse ciertamente en las diferentes formas de comunicación que se están generando desde niños y jóvenes precisamente por la incidencia de las nuevas tecnologías. El actualizarse constantemente en las dinámicas nombradas, es un desafío que tenemos.

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  8. Si pensamos como Meirieu que la escuela debe garantizar a los estudiantes la posibilidad de escapar a cualquier forma de dominio, permitiendo que éstos piensen por sí mismos, debemos empezar no sólo por preguntarnos qué conocemos y qué deseamos conocer, qué enseñamos y cómo lo enseñamos, sino también, qué hago yo como profesor, a favor y en contra de qué trabajo, pues únicamente en el acto de cuestionar lo conocido, de aprender y desaprender, pero sobre todo, de reflexionar sobre la propia práctica, es posible pensar una educación otra.

    Pensar una educación otra también implica reconocer que ante el históricamente predominante carácter cognitivista de la enseñanza, es necesario otorgar la importancia que esta merece, a otra de las dimensiones constitutivas del desarrollo humano, la cual, aunque no sea generalmente visibilizada y atendida en las instituciones, resulta imprescindible en el proceso de formación: la afectividad. No sólo se enseña y aprende de un texto o una teoría –sin cuestionar en ningún sentido el valor que éstos tienen para la educación-, también aprendemos en relación con los otros, mediante el diálogo y la convivencia, en los que las emociones ocupan un papel trascendental. En este sentido, ante la situación escolar completamente inédita que vivimos, resulta necesario que aquello con lo que Antelo caracteriza a los maestros -sobre todo de niños pequeños-, es decir, el componente afectivo y la vocación, se conviertan en uno de los cimientos del sistema educativo en general y se apoderen de nuestras prácticas educativas.

    Finamente, es necesario señalar que a pesar del denominado “malestar docente” y de las constantes críticas hechas al gremio y a la profesión en general, sólo en cada uno de aquellos que fuimos convocados a la ardua labor de cultivar humanidad, se encuentra la razón y la motivación que nos permite cada día pensar la posibilidad de una nueva escuela, de una nueva forma de educación.

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  9. En la actualidad convergen dos situaciones en la escuela, que incumben al docente, principalmente al de lengua castellana, primero, la emergencia de nuevas tecnologías, que se han usado, básicamente como formas de comunicación; segundo, el ser humano se empieza a concebir desde la pedagogía, de una forma más compleja, no solo como ser cognoscente. En ese sentido se plantea varios retos para el docente de lengua castellana, que pueden abordarse desde los aspectos comunicativos, hasta los literarios.
    En ese sentido, las nuevas tecnologías plantean el reto de atrapar al estudiante, de sacarlo de una red que ofrece múltiples posibilidades de entretención, que sin embargo su usan más comúnmente como medios de socialización; desde esta perspectiva, al docente se le plantea el reto, no solo de combatir los efectos de la red en los estudiantes, como la distracción, sino incorporar elementos de esta que puedan ser útiles, sirviendo como elemento dinamizador y de incentivo a las mentes de los estudiantes.
    Ahora, pasando a otro punto, la idea de que el ser humano es más que un sujeto cognoscente, es un ser que siente, y piensa por sí mismo, se incorpora a la escuela, por lo tanto el reto, de comprender al estudiante, desde su contexto especifico y desde sus necesidades empieza a ser relevante en la educación; así, la literatura, y el eje comunicativo, para el docente se le presentan como dos formas que facilitan el conocimiento del estudiante, y la comprensión de sus necesidades como nativos digitales.

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  10. Teniendo en cuenta los planteamientos generados a partir de lo que exponen autores como Merrieau y Antelo, considero que la labor del licenciado en Humanidades y Lengua Castellana debe enfrentarse a tres principales desafíos vistos desde tres perspectivas complementarias y que vivenciamos día a día en nuestro oficio como docentes.

    En primer lugar nos debemos enfrentar a una perspectiva actual sobre el estudiante, especialmente cuando es posible concebirlos como una generación de niños y jóvenes inscritas en el paradigma de lo inmediato; una generación que como afirma Merrieau, sabe qué mirar, qué escuchar, a qué prestar atención y a qué no, desde un enfoque en el cual con sólo oprimir un botón se puede cambiar de canal según el interés que se tenga y que en consecuencia, concibe la escuela, el salón de clases y por extensión lo que ocurre en ella, como un espacio monótono y estático, aburrido y que no brinda gran cosa a las expectativas que ellos generan sobre su cotidianidad, particularmente cuando en el día a día se escuchan expresiones como "Profe, ¿qué tengo que hacer?" "Profe, no me gusta leer o escribir", o inclusive gestos y posturas proxémico-kinésicas que se traducen en frases o expresiones como "Profe, ¿ya acabó?" o "Profe no nos deje tanto trabajo, nos ponen demasiado". En ese sentido, el actual docente se debe enfrentar a una generación que busca alimentar su atención y solo esta, y que ve el aprendizaje como algo aburrido y cotidiano en busca de ganar buenas notas y evitar perder un año. La pregunta entonces es, ¿Qué hacer ante esta generación que se disgusta de todo lo planteado? Y es desde ahí donde el docente debe no solo enfocarse en la transmisión de su saber sino también en una exigencia en miras a la construcción del conocimiento.

    Ahora bien, cuando me refiero a esta palabra, señalo finalmente tanto el segundo como el tercer reto de los actuales docentes, reflejados en hacer ver desde nuestro oficio y actuar, una nueva mirada y perspectiva frente a lo que debe considerarse la enseñanza y la imagen del docente, elementos cruciales para poder darle a nuestra labor un gran sentido. Así, es preciso entender el acto de enseñar, no como un proceso de transmisión de informaciones de un A a un B, sin importar si este puso o no cuidado, sino todo lo contrario: Un proceso de transmisión en el que se construyen saberes desde esas situaciones en las que el conocimiento adquiere sentido y forma para los estudiantes, para su realidad inmediata. Así, es posible ver marco en el que nos debemos adentrar, todo ello desde ese ensayo-error donde la práctica constante y la reflexión de lo realizado se convierten en nuestras grandes herramientas que a la final logran causar de un modo u otro esa sensación de saber que fue esta nuestro oficio y no otro, que logramos generar cosas en la clase, que logramos aprender de quienes enseñamos, pero también de nosotros mismos. En sumo, de concebir nuestra labor como un proceso de construcción y de formación personal y profesional.

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  12. El docente contemporáneo en Lengua Castellana, tiene como reto, desde sus saberes específicos:
    - Enseñanza lingüística: Resulta complicado darle sentido a la ortografía, en un mundo impregnado por las redes sociales, en las que el uso de lenguaje se delimita a partir de la forma rápida o más sencilla en que son enviados los mensajes virtuales, reconociendo que estamos en un mundo regido por la inmediatez.
    - Enseñanza literaria: Es complicada en muchos sentidos, pero especialmente en dos, resumido en los siguientes interrogantes: ¿Cómo identificar al estudiante con la Literatura Clásica o la Literatura mítica?, ¿De qué manera el docente puede orientar un estudio literario de manera acertada? ¿Cómo estudiar la Literatura Contemporánea y proponer un estudio por la que aún no ha tenido concreción? La desmotivación por la literatura en muchos casos, se relaciona con la perspectiva utilitarista (mercantil) que se da a la educación.
    - Enseñanza Lecto-escritora: Es difícil motivar la lectura y la escritura en un mundo dedicado a la inmediatez y al menor esfuerzo al que se ha acostumbrado la mente, gracias a la “Pantalla”. Por eso, los estudiantes prefieren ver una película, ante que leer una historia, o sienten pereza para escribir.
    - Enseñanza de los Medios de Comunicación: Es un reto y también la posibilidad de crear criterio sobre el tipo de “cultura” que está modelando los medios masivos de comunicación, que más mal que bien absorben la mente y la identidad de los niños y jóvenes.
    Con todo esto (y para no extenderme demasiado) recojo varias vías de solución propuestas por las fuentes estudiadas, sobre el ejercicio docente: “Utópicos por vocación” nos muestra, desde la entrevista al docente Meirieu, la necesidad de tres factores imprescindibles: Disciplina, amor al estudiante y al saber, permitir la libertad de pensamiento. Además, Alliaud & Antelo, agregan un factor fundamental para el docente que se está iniciando y es, la necesidad de probar constantemente eso que se enseña y la eficacia en los distintos escenarios escolares. Lo que nos lleva a concluir, que aunque se enseñe un saber específico, la formación no debe de salir de su propósito principal y es la de educar a otro ser humano. Es por eso, que la enseñanza en Lengua Castellana (lingüística, literaria, lecto-escritor) debe asumirse desde el compromiso con ese ser humano -o esa alma que se modifica-, y así mismo, desde allí resolverse en sus carencias.

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  13. Los docentes de hoy estamos llamados a trabajar en contextos difíciles, realidades parecidas a las que vivimos alguna vez, pero no iguales, situaciones extraescolares que permean a los estudiantes (situaciones familiares, personales), con nativos digitales, con y sobre medios de comunicación, ante la sobreinformación, la escasez, el desinterés, entre otra infinidad de variables. Estos son los desafíos se nos otorgan al escoger la profesión que tendremos. Pero hay otros retos, aquellos que dependen enteramente de nosotros.
    Sabemos que somos en parte responsables de que la escuela cambie, pues la realidad ya lo hizo y ésta aún no parece notarlo. Lo tenemos claro, pero muchas veces salimos a enfrentarnos a aquello de lo que no nos terminaron de hablar en la universidad, o que aún no sabemos cómo manejar y entramos en pánico. Creo que el mayor reto que tenemos es confiar, en nuestros objetivos, nuestros esfuerzos. Muchos de nosotros somos escépticos, otros no somos docentes por vocación, a diferencia de lo que expone el profesor Meirieu, pues ingresamos a una carrera por “no perder el tiempo”, otros no queremos cambiar las prácticas educativas que parecieran no funcionar. Pero aquellos que sí nos sentimos llamados a responder a lo que la realidad nos muestra (una señal de auxilio) no estamos seguros de lo que hacemos, nos quejamos por lo que no nos dieron, y tememos arriesgar.
    Siendo docente, por encima de lo disciplinar, creo que estoy llamada a cambiar cuando mi realidad me lo pide y a aceptar que no siempre voy a tener la razón, que hay situaciones que irán más allá de lo que pueda hacer o imaginar, que la teoría no es nada sin la práctica y que la reflexión sobre mi profesión será asunto que no me enriquecerá solo a mí.

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  15. Docente:- Personalmente no me importa-
    Saber, cómo me ven, como soy o ¿Qué puedo hacer?


    Por alguna extraña razón realizar el presente texto ha sido más difícil de lo que normalmente es, creo que hasta el hoy, los anteriores textos en su gran mayoría radicaban en la sustentación y unión de teorías que calzan y se conectan de formas ideales. Sin embargo, las últimas experiencias que ahora, puedo decir, se encuentran en el ámbito laboral crean brechas descomunales en la estructuración del discurso; en ocasiones más parecen cuestiones de practicidad que de teoría, pareciera que la vocación tambaleara.
    He desempeñado el cargo de docente y también de administrativo, creo que dicha experiencia me permite decir que: una gran cantidad de actuales docentes carecen de la capacidad para coordinarse o en su defecto carecen de dicho interés, existen respuestas ante el reclamo a la falta de proyección como: Es que ninguno otro lo hace, ese no es mi trabajo, yo respondo por mi materia, ellos ya deberían saber eso; esperan a que llegue el líder que los empuje. Muchos creen que ser docente es lograr que el hiato recobre su honor y blasfeman su honoris pedagogía, la segmentación de áreas crea un juego de culpas (eso le correspondía a otro) donde el carácter humano se entiende como moral barata que es deber de la familia, -¿por qué me culpa por algo que ya venía perdido?-
    Si se habla de esa vocación docente, es hora de dar el tirón de orejas a los nuevos profesionales que encuentran en prácticas y primeros trabajos la manera de deformarse y no de formarse, -el trabajo es dar una clase, eso es lo que merece el sueldo- , después se atreve a hablar de ética y se excusa en la falta de recursos para la educación, luego llora enternecidamente cuando otro en un entorno hostil logra un plan de lectura que parece tecnología de punta. Un aula jamás terminará siendo un espacio de tecnócratas mientras la pasión del docente exista, mientras encuentre un verdadero sentido en educar y no en su capacidad de escupir sus saberes.
    He conocido una cantidad considerable de nuevos profesores y muy pocos considero de respeto, veo la profesión destruida por lo profesionales mediocres y desmoralizados que apuñalan discursivamente a los fenómenos que han acabado con la escuela idílica (donde era fácil el trabajo), veo perderse la vocación en críticas sin fin, que al final acaban en excusas para la falta de creatividad, empoderamiento, liderazgo ante un oficio que exige colocar un ideal. Algunos docentes me hacen recordar y parafrasear una frase que me parece haber escuchado: - todos hablan de paz pero nadie se compromete-.

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  16. Antelo al hablar del oficio de la docencia toma el término oficio como “aprendizaje por tanteo” a partir de esa premisa me surge un cuestionamiento, ¿no se es profesional sino por el énfasis de la carrera que constituye cada licenciatura?, la respuesta más acertada que encuentro es que lo que plantea el autor, es que un oficio no tiene un proceso ni un método que compruebe una eficacia absoluta, si se parte de esa idea no va a tener tampoco un resultado homogenizado, las personas escolarizadas no representan más que un producto en cierta forma indefinido, porque se trabaja con sujetos, entonces se hace necesario hablar de un “ponerse a prueba”, en cierta forma de ver la pedagogía como esa incertidumbre, en especial para los profesores jóvenes resulta un reto, un reto de lo impredecible, de lo indeterminado, pero también del compromiso con el mismo, ya que el aprendizaje que aporta un docente, gesta una modificación en el alma de los sujetos y a veces puede no ser la esperada.
    Pero cuando se reconoce la importancia de apoyarse en el oficio, de determinar ciertas rutas, no siempre funcionales, mutables, el docente objetiva en cierta medida su trabajo, se desafía a sí mismo, utiliza lo que conoce en función de producir algo, de innovar, y principalmente de hacerlo conocer, de enseñar.

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  17. El docente que habita una sociedad de tan amplios retos se permite abrir un trecho a las posibilidades que la actualidad posee y se exige una conciencia frente a lo que se puede llamar "renovación pedagógica". Hallar en los obstáculos del aprendizaje unas formas que más allá del conocimiento es imprescindible para acaparar las necesidades de una población infantil, exige un profundo revestimiento en donde deben forjarse experiencias y acciones que trasciendan a las meras acciones cotidianas de un mundo indiferente; el maestro usa las herramientas intelectuales para abrir estrechos del pensamiento, cavar oscuros y poner el saber a disposición del desarrollo y la creación. La escuela se restaura y se transforma constantemente, sus herramientas y elementos pasan a ser "artesanales" en la medida en que se adecuan a las formas de ver, ansiar e imaginar el mundo con el vicio exacto de la curiosidad.

    La escuela es para mi el ave que aún no se escapa de la jaula abierta, la posibilidad irremediable de tomar el mundo por la grieta (como cuando el niño ve al cielo y agarra una nube con el anhelo),de dominar la facultad de la crítica y con ello las posibilidades múltiples de existencia.

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  18. El documental referido a Philippe Meirieu invita a la reflexión sobre la labor docente que llevamos a cabo, es evidente que fuimos educados y se está educando actualmente a partir de la mediocridad televisiva, la inmediatez y del mal uso que se le ha dado a la tecnología, es por ello que se observa desintegración de la atención y otros problemas que afectan la tarea que se debe llevar a cabo en la escuela.

    El reto o desafío que asume entonces el docente debe tratarse a partir del desinterés que el estudiante tiene por la educación y la escuela, he aquí en donde el docente debe provocar el deseo en sus estudiantes por aprender, por formularse preguntas y dar resolución a problemas. Es por esto que se dice que el docente debe ser utópico por vocación en donde sueñe con una escuela diferente, sin embargo esto no se debe quedar en la mera ensoñación, este sueño se debe llevar a los hechos, por eso se dice que el profesor invierte en el futuro. No podemos seguir permitiendo que la clase solo sea el espacio para llamar a lista y para revisión de tareas, esta actitud se vuelve nociva para el estudiante el docente y la escuela en general. Como docentes es un deber contar con cualidades como la creatividad, la inteligencia, la exigencia y la disciplina, es muy importante que nos tomemos el trabajo de diversificar las formas de enseñanza para así dar sentido al trabajo escolar.

    Para tener en cuenta por ultimo las palabras de Meirieu “No hace falta preguntarse qué diremos a los alumnos, sino qué les haremos hacer para que aprendan”

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  19. Considero que el reto principal como docentes se mueve en dos ejes principalmente, el primero el de formarnos a nosotros mismos como sujetos capaces no de imponer, pero sí de construir con el otro un conocimiento que tenga aplicación directa en la comprensión y transformación de la realidad, esto con el fin de saberse en el mundo de una manera diferente y relacionada con la solución a problemas cotidianos.

    En segunda medida, la importancia de abarcar desde nuestra práctica los conocimientos que desde las áreas del saber nos convocan, esto es el placer de la lectura y la adquisición de herramientas para la escritura, sin embargo, es necesario que no limitemos nuestra labor a la ejecución programada e inerte del trabajo bajo estos temas, sino más bien motivar desde nuestra actitud y nuestra manera de manejarnos en el espacio del área.

    Además de esto, hay que reconocer la importancia de la formación de sujetos críticos, capaces de reconocer y transformar su realidad, a través de la participación y acción política, desde la cual hay diversas maneras de habitar el mundo.

    "Nadie puede enseñar lo que no conoce y si enseñar es dar a conocer el mundo, el docente tiene que poder recuperar y re-significar formas abiertas de ver el mundo." esa cita encierra en sí misma la labor transformadora del profesor en función del cambio social y real.

    Pensar en la docencia como utopía debe ser un sueño que algún día se alcanzará, pues como dice Galeano, la utopía sirve para caminar.

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  21. El ser licenciado y por tanto, el dedicarse a la pedagogía es una inversión en el futuro. Cada que la nueva sangre surge, surgen distintas ideas y modelos que pretenden buscar nuevos horizontes en el campo pedagógico.
    La invitación y el reto que se le otorga al licenciado son importantes para la sociedad, porque su tarea fundamentalmente, es hacer ese aporte en la formación política de los estudiantes, pues es precisamente la escuela la llamada a presentar dicha formación y deformación de los sujetos sobre los cuales se hace actuar para hacer aprender. Esto a través de la comunicación de los descubrimientos que el propio maestro hace. Es decir, que la tarea del docente parte desde el propio trabajo individual para formarse íntegramente en lo que le compete, porque debe, en el ideal, ser una persona muy equilibrada, con un discurso muy bien estructurado y sus pensamientos bastante bien formados; elemento que por cierto es bastante utópico. Además el Licenciado está llamado a interiorizar su saber, como dice Merieu, poniéndolo al alcanza del alumno para que este lo haga propio, Provocar el deseo de aprender.
    Los retos que ofrece la educación al papel y el rol del docente, van desde su propia formación hasta la actualización constante de contenidos y prácticas contemporáneas, es decir, el conocimiento de lo que rodea a los estudiantes. O mejor, es importante para el docente, estar en permanente contacto con el paso del tiempo y sus diferentes tendencias, porque muy seguramente de allí, surgirán los elementos constitutivos del estudiantado.
    La docencia exige la constante formación y actualización, un trabajo difícil por el poco reconocimiento que tiene a nivel social, donde incluso hoy se sigue exigiendo un status social y económico justo. Sin embargo, la docencia pertenece también al campo de la vocación, y es un trabajo que sólo algunos están llamados a desarrollar de forma elevada o completa. Finalmente, el mayor reto que se le presenta al licenciado es no perder su capacidad soñadora, pues, de algún modo ser docente denota ser soñador, aspirar a alcanzar esos sueños puestos en el aula y fuera de ella, pero sin alejarse de la realidad que se vive en la escuela, y en esta medida, sean la base de esos sueños y se pueda llegar, quizá, a una trasformación.

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  22. El documental visto, pone a la audiencia en un lugar de cuestinomanieto frente a los modelos educativos que están en vigencia ahora en nuestro país; pues el sistema educativo no ha tenido gran desarrollo desde sus inicios. Meirieu nos invita los jóvenes docentes a enfrentarnos a los retos que nos pone la escuela, no para adaptarnos a ella sino para transformarla.

    El maestro debe empezar por querer y desear una nueva pedagogía donde tanto el maestro como el estudiante sientan place r de aprender y enseñar, que la obligación y la imposición se conviertan en acuerdos e interesantes discusiones, que la clase, la tarea, los trabajos en grupo o individuales, etc., sean vista como momentos de goce. Nos enfrentamos al reto de transformar el aburrimiento en emoción y sobre todo al reto de soñar más, de ilusionarnos con nuestro trabajo en el aula y buscar las formar de convertir la clase de lectura y escritura en el momento de construcción de conocimiento como una necesidad satisfecha.

    Debemos lograr la espontaneidad del deseo de aprender en nuestros estudiantes. En nuestras manos está el aprendizaje de los futuros grandes ciudadanos de nuestro país, en la educación se vale soñar.

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  23. No basta cambiar el currículo, la didáctica o el plan de estudio, es necesaria una educación que cuestione el que-hacer docente “in-situ” , y que proponga no soluciones eventuales sino respuestas fundamentadas en la realidad escolar; el desaliento del alumno por aprender es uno de los temas que nos conduce a pensar en un contexto familiar o social determinante en las dinámicas personales y las actitudes en la cotidianidad; sin embargo Philippe Merieu centra su mirada reflexiva y critica en el obrar pedagógico del docente. Es crucial, indispensable y necesario que el docente genere un clima escolar que no solo, desde mi perspectiva, provoque el deseo de aprender, sino que además estimule el deseo de habitar la escuela; se trata entonces de re-pensar la educación en términos de enseñanza y verdadero aprendizaje, de transmitir no solo contenido sino sentido.
    Ahora, ¿Hasta que punto es responsable el docente del fracaso o desmotivación de sus estudiantes? . Este interrogante es para mi uno de los mayores desafíos del educador, la debilidad de la relación docente- alumno trasciende de lo académico a lo comunicativo, sujetos cuyo único punto de común unión es el aula, y siendo en base a lo anterior y al pensamiento de Philippe Merieu el aula, un escenario insignificante, lugar de tedio; comprometerse y preocuparse por los factores que inciden o repercuten en las dificultades de aprendizaje, no constituye un desafío para el educador ya desgastado ante las nuevas exigencias.
    Por ello, me atrevo con mucha sensatez, a pensar que no solo el ámbito contemporáneo nos propone retos, la misma idea de ser educadores es de por si un desafío, el contexto social y escolar en el que nos desenvolvemos como formadores es uno de los componentes que se suman a la ardua y comprometedora tarea de educar. Aun así, el docente es un actor que puede (y lo sabe) desde un pensamiento consecuente con su labor, generar transformaciones, ahora lo importante es reconocerse como tal, un docente. (Teniendo en cuenta las implicaciones éticas y sociales que ello con lleva).

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  25. La utopía en la educación es todo lo que debe esperar un docente: soñar y luchar hasta lograrlo. En varias ocasiones con el pasar del tiempo los docentes ingresan al sistema educativo y autoritario en el aula de clases, en el cual deben confrontar cotidianamente con diversas problemáticas y retos que surgen en la escuela tales como: la cantidad de estudiantes superior a 30 en cada aula, el horario designado para un saber de 2 horas diarias, la planeación mensual y semanal que se realiza año tras año, entre otros. En consecuencia, dejamos de soñar en cambiar nuestra manera de educar.

    Teniendo en cuenta el anterior panorama es necesario repensar el sistema educativo en el que nos encontramos inmersos, el cual se basa en recolección de informaciones, semejante archivador de oficina, puesto que no posee un camino que conduzca al saber, ni tampoco permite una reflexión sobre los hallazgos que se evidencian en el aula, sino todo lo contrario, un sistema que pone énfasis en brindar datos y evaluar sobre ello, puesto que los seres humanos desde que nacemos vivimos en continuo aprendizaje por imitación de otros.

    Es bajo estos desafíos que como futuros docentes debemos encaminarnos hacia el cambio desde las aulas, en una continua lucha por lograr la escuela que soñamos, con educación donde seamos guías para llegar al conocimiento.

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  27. Preguntarse por los retos y desafíos que debe asumir el licenciado en Lengua Castellana en la actualidad, se convierte en un tema de vital relevancia para la compresión de las complejidades que representa el proceso de formar a otros y a su vez a uno mismo. Siguiendo a Estanislao Antelo es posible asumir que lo relevante en la pedagogía, resultan ser no sólo las teorías, sino fundamentalmente la experiencia, la práctica, el enfrentarse a situaciones de aprendizaje; en la marcha de estos sucesos se hace el docente, quien desde su saber debe potenciar la transformación del mundo de aquel que entra en el universo de la enseñanza.

    Sin embargo este objetivo se hace cada vez más difícil de alcanzar, el escenario de aquellos que educamos hoy en día no sólo se ve alterado por la influencia de las nuevas tecnologías (que nos ofrecen oportunidades alternativas para crear relaciones de aprendizaje) sino también por una suerte de abismo que se extiende entre el docente y la vida del estudiante. Con ello quiero decir que mientras el docente pretende aproximarse con lo enseña a una dimensión esencial, el estudiante sólo percibe la materialidad de un contenido incapaz de vincular consigo mismo.

    En este punto la labor del licenciado es fundamental: si pudiésemos crear más consciencia no sólo de la utilidad del lenguaje, sino de sus implicaciones en la construcción de la realidad, podríamos formar mundos, no limitados por su lenguaje, sino mundos que se extienden a través de él. Además de ello, un docente que se ocupa de enseñar literatura debe abrir en su aula un espacio para la reflexión y la expresión de lo que significa ser humano, debe permitir una exploración se sentimientos, sensibilidades, pensamientos que enjuician y valoran el mundo en que vivimos y construyen finalmente el mundo que somos. La existencia del estudiante puede percibirse como un límite que es preciso rodear o cercar, sobre todo con la intención de acceder a él para dejar una huella, el mayor desafío es tratar de ingresar a un mundo que desconocemos, un estudiante impregnado en una total indiferencia; en suma el docente hoy en día debe ocuparse de una situación evidente: llenar de sentido el habitar la escuela.

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  28. ¿Cuáles son los retos y desafíos del docente licenciado de lengua castellana en el ámbito contemporáneo?

    Como docentes en formación, somos testigos de la cantidad de desafíos y retos a los que nos vemos enfrentados diariamente dentro del ámbito escolar. Retos y desafíos que son parte de un complejo entramado de aspectos sociales, culturales, políticos, éticos, personales y afectivos que se presentan dentro en los espacios escolares y se materializa en cada una de las relaciones interpersonales que allí se dan. Para nosotros como licenciados en formación, hablar de retos y desafíos, es pensar y repensar el papel que desempeñamos frente a unas dinámicas pedagógicas particulares que se configuran a partir de las nuevas formas de lectura (avivadas por el uso de las TICS y las TACS) a las distintas formas de aprehender la realidad y a las nuevas formas de socialización propias de la escuela. Es para nosotros un reto, el llamado que desde la sociedad se nos hace para concebir y construir un camino distinto con los y las jóvenes que conforman cada una de las escuelas, de cada una de las regiones (apartadas o no) de nuestro país. Es nuestra tarea, enfrentarnos a esas dinámicas que contiguas a la escuela, son parte de la cotidianidad de nuestros estudiantes y, por tanto merecen ser tenidas en cuenta, ya que nuestro deber es convencer de que un presente mejor si es posible

    Como nos recuerda Meirieu, al elegir el oficio de maestros hemos hecho de nuestra profesión, una forma de vida, pues sin importar qué, dónde, cómo cuándo o a quién, siempre estamos enseñando-aprendiendo algo. Lo que nos permite, estar en un encuentro constante con eso que nos hace sujetos profesionales entregados a la tarea de generar situaciones de aprendizaje eficaces, que apunte a considerar la realidad que nos rodea y a encontrar en la naturaleza, en la casa, en la tienda, en el parque y, hasta en la calle una oportunidad para crear y recrear momentos y espacios de formación, conjuntamente, con nuestros estudiantes.

    Los retos y desafíos que asumimos como docentes en lengua castellana y literatura, se concretan en el hacer de nuestra profesión una relación constante entre vocación y creación, donde la escuela se presenta como un espacio de concertación entre la imaginación, las narrativas personales y las experiencias de vida. Es comprender a cada uno de nuestros estudiantes, como un micromundo lleno de percepciones, sentires, afectos, necesidades y fortalezas que necesitan ser escuchadas, compartidas y comprendidas desde lo que son como personas. Es encontrar en el aula, una oportunidad para proyectar y construir espacios de diversidad, exigencia, disciplina, donde es posible aprender desde y con el Otro; y, así cristalizar nuestra utopía en una realidad permeada por el deseo, el placer y el gusto por lo que somos como docentes.

    Steven Poveda Romero
    Código: 20092160035

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  29. Los retos del maestro actual, y que significa enseñar son aspectos relevantes los cuales debe tener en cuenta el maestro de hoy y en especial los nuevos maestros, ya que es labor nuestra identificarlos aspectos relevantes de nuestra vocación profesional, para que más adelante se pueda pensar en el fortalecer la enseñanza, así que es de fundamental importancia pensar una nueva concepción sobre lo fundamental que es la meta de la enseñanza trasformar a otros y con otros, ya que el avance de la escuela y las formas pedagógicas actuales se dará cuando haya una construcción colectiva de conocimiento no unidireccional.
    Dentro de la labor docente muchas veces se buscan técnicas, herramientas, conceptos, que puedan ayudar a los alumnos a aprender, sin embargo en esta búsqueda incansable de nuevas didácticas, nuevas pedagogías y nuevos método, nos olvidamos de una de las herramientas principales de nuestra labor como maestros, la cual es acentuar los vínculos relacionales, la generación de preguntas, entre otras las cuales no se vislumbraran si no lo conectamos con nuestra vocación y nuestras ganas de enriquecer el aprendizaje en mi y los otros.
    La docencia es un reto cuando se convierte en placer de trasformar, recrear, crear, imaginar, valorar, entre otras interminables, que no acabaran nunca en nuestra labor, y que cada día se trasforman para bien o para mal, es aquí en este punto de la labor como nuevos docentes donde debemos cultivar en nosotros, la experimentación, la investigación y el procedente análisis y sistematización de nuestras experiencias para lograr revitalizar constantemente nuestra labor.
    Jose Eduardo Cortes 20101160034

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  30. ¿Cuáles son los retos y desafíos del docente licenciado de lengua castellana en el ámbito contemporáneo?
    El principal reto del docente licenciado en lengua castellana es enamorar de la literatura a sus estudiantes,convencerse y convencer a sus estudiantes de que la educación transforma el mundo y que por medio de la literatura se pueden escribir muchas cosas con las cuales se trate de solucionar los conflictos que se presentan en la actualidad como son: la droga, la violencia entre otros muchos que aquejan.

    En cuanto a la relación con los alumnos me parece que hay que crear una relación de amistad basada en el respeto mutuos en donde el estudiante tenga la libertad de dar una opinión sin miedo a ser regañado.Solo así se lograra construir un saber conjunto en donde no existan presiones de ningún tipo, que el interés por conocer sea innato para que la clase de literatura sea un mundo por descubrir.
    La docencia nace de la vocación por servir al otro sin recibir nada a cambio solo la satisfacción de saber que se esta contribuyendo a enriquecer el tesoro mas grande de la humanidad que es la EDUCACIÓN,

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  32. ¿Qué me concierne como docente? Esta pregunta está fuertemente cargada de contenido político, por tanto, el solo hecho de cuestionarse el gaje del oficio ya es un desafío para el docente y futuro docente.
    En el texto de Antelo se alude a la concepción de transformar a los otros a partir del oficio del docente, esa es la tarea, pero también la transformación profesor-estudiante y viceversa.

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  33. En la escuela si bien hay una transmisión de conocimientos también existe una construcción emocional entretejiéndose a través del discurso habitual en el aula, así lo dice Antelo:

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  34. A pesar de sus profundas transformaciones, el trabajo con personas mantiene un rasgo “vincular”, “relacional”. Los maestros, sobre todo los de niños pequeños, acentúan el componente “afectivo” de su actividad.

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  35. Expuesto de esa manera, el desafío del profesor está en estrenarse como docente y se sabrá que se inició el camino cuando el docente sabrá más que demostrar, enseñar. Eso es ser un verdadero docente, que busca las mil y una formas para compartir lo que este ha descubierto y cuando el otro (estudiante) ha aprendido alegremente.

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  36. El reto entonces está en mediar entre la academia y el ser humano, en nuestra carrera este vínculo puede facilitarse debido a las líneas de conocimiento en que se cimenta: las humanidades. Pero ojo, aunque la ruta esté no significa que se anda por el camino. Es precisamente como se aborde el camino que el estudiante y el profesor pueden lograr comportarse como seres humanos en comunidad. Por ejemplo, la literatura es una de las rutas para ahondar en los sentimientos, pensamientos, filosofía del hombre y la mujer (niño o niña); entonces no se trata solamente a mandar a leer libros cumpliendo con un currículo, contrariamente hay descubrirlos con ellos y ellas, se trata de GOZARNOS LA ACTIVIDAD DOCENTE, de salir de clases y poder decir: “qué bien, hoy aprendí de ellos y ellos aprendieron de mí” o que un estudiante se acerque y diga “profe, me gustó mucho la clase, mira que no había visto ese tema así, cierto que…” Es ahí donde academia y humanidad se unen para hacer comunidad.

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  37. La tarea no es fácil, eso requiere disciplina, formación que muchas veces no encontramos en el pregrado y toca empezar a hacer caminos propios, trasnochar, desanimarse y levantarse para volver a intentarlo, etc. En conclusión, el desafío del maestro de lengua castellana y humanidades hoy es más pedagógico y formativo y el reto concierne a lo didáctico.
    Dejo estos fragmentos de los textos que conllevan a pensar-se como docente:

    No se puede ser docente si no se va en ello una gota de felicidad
    Enseñamos para que los demás vivan la alegría de nuestros propios descubrimientos.
    Nuestro proyecto de trasmisión no puede conciliarse con las presiones sociales que sufre la escuela.
    Enseñar es organizar situaciones de aprendizaje significativas
    No es quien más grita quien tiene la razón sino quien puede demostrar mejor. No vence la intimidación sino la argumentación. (Y añado aquí la dimensión emocional también)

    Aclaro que la dimensión emocional radica en establecer lazos afectivos como la cordialidad, el respeto, la alteridad, la solidaridad, ser lo más carismático posible; siempre en función de crear espacios de aprendizajes significativos.

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  38. Expreso disculpas por los comentarios fragmentados, pero es que HTML no permitía publicarlo completo.

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